Las mieles de trabajar para el Gobierno,   ¡Si, señor!  Las abundantes mieles que los políticos persiguen, buscan, pelean y hasta matan por lograr.

Desafortunadamente un político basa su carrera en la fortuna que atesora en el lapso de poder que se le confiere. Es lamentable que el Gobierno sea una red de corrupción.
Desde el que se roba un lápiz o el café  en su oficina o el que llega a su trabajo pensando en que almorzar, lejos de pensar en hacer bien sus tareas, esperando que pase el tiempo para la hora de salida.  Hasta el que hace compras fantasmas millonarias para el Gobierno con domicilios inexistentes, mientras se embolsan los millones y nadie sabe nadie supo, dejando que el tiempo pase para que la gente olvide, mientras platicamos de fut-bol, o del concierto de los Tigres del Norte, o peor tantito de La Voz México.
¡Horrible, desgarradoramente horrible!

¿Que será bueno hacer?
¿Bajarles el poder a los políticos para que estén limitados y tengan que compartir las decisiones? (Como en teoría se hace con todo y la dichosa transparencia)
¿O bajarles la paga?
Para que con un sueldo promedio les sea menos atractivo el “negocio” y sea más evidente si roban.
No sé, pero algo hay que hacer, y pronto, antes de que se sigan repartiendo el país,  ¿No creen estimados lectores?

Atentamente
SR. AGUILA

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